La nostalgia no se hace agua bajo los pies
no se sube al lomo de ningún caballo
que la lleve lejos del corazón.
Se queda aquí
aferrada
asida a la doliente carne
se bebe las lágrimas
y nos alborota la sangre.
La nostalgia no se marcha
como el agua de los ríos
se vuelve un mar
que nos arrastra implacable.