Tarea

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La tarea es simple:
besarte cuanto más pueda,
aprovechar, sin tanto que pensar
esas horas en que tu cuerpo es tibio
y frío, y algo vanidoso.
Empezar por romper mis ventanas
para llegar a tu lado
y hacer que tu mano
quiera hacer olas en mi sombra.
Después, no hacer tantos líos;
no está mal escucharnos decir palabras con decoro,
pero es mejor escuchar esos latidos que soltamos
por nervios y por la ansiedad de ya tocarnos.
Entonces llegando nuestras bocas,
besarnos así con el alma empapada,
temblando por dentro como una lagrima tierna,
llegando tú a mis huesos
cubriendo yo tu ombligo tierno.
¿Verdad que es fácil?
¿Verdad que podemos?
Alza tus banderas para que yo pueda empezar.

Jesús Gómez